martes, 3 de abril de 2012

...Abrir los ojos sin mirar...



[...] Entonces aquel astro prometió a la Luna que, si no podía estar con ella, jamás volvería a derramar una sola lágrima. En ese instante las llamas le rodearon y comenzó a arder. Así que los mortales le dieron un nuevo nombre, y es por eso que pasó a conocerse a aquel astro como Sol.

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