[...] Entonces aquel astro prometió a la Luna que, si no podía estar con ella, jamás volvería a derramar una sola lágrima. En ese instante las llamas le rodearon y comenzó a arder. Así que los mortales le dieron un nuevo nombre, y es por eso que pasó a conocerse a aquel astro como Sol.
El SaBoR del VeRsO
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Cuando un verso sabe, es acariciarle. Cuando un verso sabe, es suave.
Cuando un verso sabe, es perderle para encontrarle. La magia del sabor del
VeRsO….
Hace 1 año
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