Cuantos abrazos te di
que debían haber sido besos.
Esos malditos,
malditos esos.
Por lo que fueron,
por lo que no son.
Esos que huyeron,
los que ya no están.
Que ya no se dan
y que, si se dan, se van.
Malditos sean,
por desaparecer.
Maldito yo,
por extrañarlos.
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