domingo, 14 de abril de 2013

...Tóxica y sin hueso...



Esta lengua que camela, arráncamela.
Húmeda y viperina, de malas intenciones,
dueña de mentiras, de engaños, de invenciones...
y de placeres. Mejor pensado, déjamela.

Permíteme suplicarte, al oído, una vez más.
Con un hilo de voz susurraré, y no serán canciones,
no serán promesas ni lamentos, serán pasiones.
Autorízame a desatar la lujuria, haría que me perdones, quizás.

Y si no, que un rayo me parta.
Si falto a mi palabra os daré mi vida,
pero juro ante tus ojos que no hará falta.

Acepta el pacto, que no se diga.
Con un sí de tus labios a mí me basta,
para empezar a jugar, en cuanto estés convencida.

Cianuro por saliva,
caricias por si acaso.

No hay comentarios: