Porque a ti te gusta la tranquilidad
y a mi me seduce el caos.
Porque nos aburre la indiferencia
y nos mantiene atontaos.
La casualidad es caprichosa,
despiadada y sin compasión.
Aprieta y a la vez ahoga,
pero invita en cualquier ocasión.
En el fondo es un poco verdad,
que todo es mejor achispaos.
Deja que pregunte algo ahora:
¿Bailamos otra canción?
(No es casualidad
querer devorarse a bocaos;
es una putada
y a la vez una adicción)
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