Dos monedas tengo en mi mano;
en total tres caras y una cruz.
Da igual cuantas veces lance,
si nunca me sales tú.
Hacer o no hacer te hace dudar,
sacrificar tus sueños por algo más.
Por una paz que te es ajena,
el mayor regalo que puedes dar.
Bailando entre vaivenes que no sanan,
(vueltas de tuerca sin tornillo)
utilizo tus espinas para rasgar mi alma,
mientras me sigo haciendo trampas.
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