Juro que fueron 5 minutos,
sólo 5 minutos...
5 minutos y un despiste.
5 minutos, un despiste y una sonrisa.
5 minutos, un despiste, una sonrisa y una mirada.
Sólo eso.
A veces no hace falta más
para enamorarse para siempre.
Sin remedio.
Sin necesidad.
Sin medida.
Sin conciencia.
Corazón sinvergüenza.
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