Los pecados con prisa saben a canela.
Sale el sol por el oeste en la primavera de tus lunares.
Los besos sin permiso el pulso aceleran
cuando sueño con ir a tus piernas de vacaciones.
Que mal envejecen los recuerdos con secuelas.
Cambio ósculos por pesares;
sé mi lienzo para hacerte acuarela,
que tu ombligo sea mi muro de las lamentaciones.
Llevo un bolígrafo para combatir mis demonios,
un escudo de cristal y espejo.
La tinta cala en mi folio,
y la inspiración me da algún consejo.
Dame tempestades cuando traiga vientos
y perdona a mis sombras y reflejos.
Sabes que es verdad cuando digo que miento,
en los poemas nuevos y en los viejos.
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