Te debo un destino y un te quiero
con besos de seda y limón,
desarmarte a la primera,
enredando con tu respiración.
Tu desparpajo de agua salada,
me debe un baile a oscuras,
tanteando tu piel cifrada,
comprobando sus texturas.
Si soy del todo sincero,
es tu inexacta imperfección
quien tiene a mi alma atrapada
soñando con aventuras.
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