Tengo el alma rasgada,
llena de arañazos,
con un hueco vacío
donde debería haber abrazos.
Arráncame las ganas a besos,
quítamelas de un zarpazo.
Deléitame con el baile de tus jadeos;
déjame echar un vistazo.
No estoy seguro de qué fue,
tampoco digo que fuera un flechazo.
Es algo parecido al amor,
pendiente de un par de copazos.
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