Conozco un lugar
en el que mis labios
se alían con tu pecho
en una conjura
en pos del placer.
Es hora de reconocer
que es la cordura
quien hace de techo
para evitar los líos
que conlleva jugar.
¿Cómo podemos saber
si es la locura
quien, desde el techo,
intenta meternos en líos
y nos invita a jugar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario