Muero, en cada palabra
que el viento se lleva,
que el tiempo arrastra.
Iluminan mis pecados
y aflojan mi condena,
con el camino inverso.
Muérdeme la espalda,
siséame tus fantasías
y suelta el dolor, que lastra.
Te pienso de noche.
Te sueño en silencio.
Revivo, en cada verso.
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