Dice la Luna que añora ser alta;
que anhela los vuelos y detesta las siestas.
Un viento ausente le hace recordar;
desea rozar de nuevo las nubes y oler la tormenta.
Quiere el Sol hacerla brillar sin pactar,
recorrer sus cráteres sin bicicleta,
notar bajo su fuego la tierra, al andar.
La esencia a lavanda el recuerdo alimenta.
Desean mutuamente ponerse antifaz;
disfrutar la fricción en un eclipse total.
Como esfinges resolver el enigma,
despejar la equis y, a la vez, estallar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario