Escondido tras palabras
hago cábalas y malabarismos
que a veces descalabran
hasta hacerme a mí lo mismo.
Me debe un abracadabra
cuando busco magia en el abismo;
aunque es una broma macabra
que puede con mi nerviosismo.
El destierro puede que abra
la irónica salida del ostracismo,
si no acabo como una cabra
y consigo apartar el cinismo.
Manos frías,
corazón caliente.
Valiente caparazón,
días largos.
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