A veces la vida te destroza
y te golpea desde el exterior;
nos da lecciones
que nos hacen tambalearnos.
A veces la vida te abraza
con finas trazas de qué sé yo;
nos regala imposibles,
momentos fugaces pero eternos.
La vida, puta y malparida,
nos enreda.
La vida, odiada y a la vez querida,
nos atrapa.
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