Siempre fui fiel a serme fiel
y lo demás me importa una mierda.
He metido la pata a conciencia y sin querer,
y lo que me vale son las verdades a la cara.
Me gusta quien me desenmascara,
quien me llama cabronazo y quien me abraza,
quien me frena y quien me embala,
según donde se equilibre mi balanza.
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