jueves, 1 de septiembre de 2011

...El Sol nos jodió la noche...



-Pareces preocupado, ¿qué haces?
-Lo estoy... busco a mi sombra.
-¿Y por qué la buscas?
-Porque la he perdido.
-Eso no es posible. Las sombras no se pierden.
-¿Cómo que no? Mira al suelo. ¡No está! ¡Y la tuya tampoco!
-Si están, lo que pasa es que no puedes verlas ahora.
-¿Por qué no?
-Pues porque están escondidas.
-¿Dónde?
-En la oscuridad, entre otras sombras.
-¿Y por qué hacen eso? ¿De quién se esconden?
-De la Luna, para no caer en sus garras.
-Pero... ¿volverán?
-Claro, con el primer rayo del Sol.
-Pues vaya, nunca imaginé que a mi sombra le diera miedo la noche...

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