martes, 11 de diciembre de 2012

...Cupido, cabrón...



No sé si por conocerte 
o por no poder olvidarte,
pero estoy al borde de la muerte.

Quizá sea por recordarte,
por en mi mente tenerte, 
por en mi corazón guardarte
o por mi alma darte.

Tal vez sea a causa de quererte,
por la necesidad de verte,
por no poder tenerte
o sólo por pensarte.

Puede que sea por no saber odiarte,
por no del todo comprenderte,
por no deber amarte
o por el vicio de querer besarte.

Desconozco si me acostumbré a huirte,
pero, bromas aparte,
te seguiría hasta Marte.

No hay comentarios: