sábado, 12 de febrero de 2011

...Caballeros de doble filo...



Érase una vez, hace mucho tiempo, en un lugar lejano, que vivía un caballero
Uno de esos hombres de capa, bastón y sombrero. 
De esos que abrían las puertas a las damas para dejarlas pasar primero. 
De esos que las saludaban rozando sus labios contra sus manos, suavemente. 
De esos que no alzan la voz ante señoritas ni señoras, sino que fulminan con la mirada, desafiantes, a quien ose importunarles. 
De esos cuyo porte incluye la elegancia como apellido, y el Don antes del nombre. 
De esos cuya sonrisa sólo posee malicia. 
De esos cuya fama de honrados y leales por el día no admite reproche, y de peligrosos y traicioneros la lucen cuando cae la noche. 
De esos que no se privan de nada, por no conocer las palabras prohibido o imposible. 
De esos que, látigo en mano, alternan locales de luz escasa y vicio abundante. 
De esos que nacen con gracia y los bolsillos llenos, y mueren solos, en un callejón oscuro, sobre un charco de su propia sangre, olvidados.

No hay comentarios: