martes, 8 de diciembre de 2020

...Delirio tras la cortina...

 

Culpar a tus parpados sería canalla.
Perdonar a tus labios, embustero.
Desconfiar de tus caricias, certero.
Preguntaría al viento, pero se calla.

Caer hasta las trancas no se ensaya.
De recuerdos tengo lleno el cenicero.
Quemar sonrisas es algo chapucero.
Rendirse es aceptable solo tras la batalla.

La razón hace tiempo que huyó.
La cordura resultó ser mala consejera.
Dejadme una vez más ser incoherente.

Una mirada es lo que me condenó.
Y aún así, tras una vida entera,
daría la eternidad por hincarle el diente.

 

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