jueves, 10 de diciembre de 2020

...Desfiladero vertical...


Vivir es lanzarse.

Lanzarse de una azotea

con los ojos abiertos.

O cerrados, da igual.


Saltar,

y comenzar a caer.

Destino con causa al abismo,

indiferente a tu suerte.


Octavo piso,

el viento acuhilla tu ser.

Primer aviso:

no será fácil.


El séptimo que pase rápido.

Aún conservas tu suerte,

tus ganas, tu ansia, tu espíritu;

quieres llegar.


Alcanzar el sexto sin permiso.

Rozar la cornisa mirando,

anhelando la distancia

que os separa ya.


Quinto malo no hay.

Desdibuja tus planes.

Querías volar

y solo el tiempo lo hace.


El cuarto se desliza;

Miras agotado hacia atrás,

- extrañas las prisas-

cierras los ojos sin más.


El cinismo del tercero;

Reniegas del pasado,

cansado de bajar,

pero remedios hay pocos.


El segundo que se ralentice.

Te quieres quedar,

al fin echar raíces,

pero la caída te llama.


El más certero,

alcanzas el primero,

todo lo que empieza

tiene que expirar.


Aspiras de nuevo, 

al rozar el suelo.

La llegada te invita

a abrazar el desvelo.


Y al final, quien sabe...

Quizá haya vida más allá del asfalto.

Otra vez desde lo alto,

suspirando por bajar.


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