martes, 1 de diciembre de 2020

...Espiral en papel...


Veneno en caricias que sospechan silentes,
la desesperación ausente del cascabel.
Se enciende la alarma al fundirse los plomos
(a oscuras es más fácil perder la razón).

Ven a mi lado y quítame hasta las tildes,
difiéreme entre tu saliva y tu lengua,
coge aire y suspira conmigo,
pero no pares, no pares por Dios.

Deséame en cursiva y sin miramientos.
Avanza a ciegas con decisión.
Frénate y acelérame.
Sonríe cuando te meta mano.

Susurros indescifrables de tus pupilas
me invitan a indagar donde acaban tus piernas,
a recorrer el calado del frenesí creciente
con una nada sutil oscilación oral.

Fóllame entre líneas y desátame luego.
Aráñame en espasmos de clave de sol.
Déjame morir bajo tu cintura
y sucumbe conmigo sin contemplaciones

Quiéreme entre paréntesis
y sé mi amor eterno durante un rato.
Báilame la vida de puntillas entre risas,
pero gírate a mirarme cuando huyas...


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