viernes, 8 de enero de 2021

...El desequilibrio de la perversión...

 

Agárrame y ponte al mando.

Tu mirada juguetona me desnivela,

retuerce mi mundo convirtiéndolo verano,

donde todo es caliente y luminoso.


Déjame bailar tu tango

y guíame por la pasarela

que lleva a lo profundo del océano,

donde los tiburones esperan ansiosos.


Si me lo pides, me remango;

que mi saliva en tu piel se vuelva acuarela

y me regales un roce cercano.

Lo reconozco, es contagioso.


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