Mitad domador de palabras,
mitad encantador de serpientes.
Vete a saber qué sientes,
pero a mi corazón descalabras
Déjame darte un par de caladas,
tentar tu subconsciente,
sacar tu lado impaciente,
dejar las ganas ahogadas.
Sedúceme con tu mirada
-la perdición de los valientes-.
No sabré si me mientes,
ni me importará nada.
Mi deseo pide que abras
(prometo no ser resistente).
Juega a engañar a mi mente,
hasta que acabemos como cabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario